Mitos y verdades del acné
Anticonceptivos y acné
En un ciclo menstrual normal, ciertas hormonas estimulan al ovario para que suceda la ovulación, esto es, la liberación desde el ovario de un ovulo maduro a la trompa de Falopio del útero, listo para que ocurra la fecundación. Estas hormonas que estimulan al ovario, hacen que las células que rodean al ovulo inicien la producción de andrógenos (testosterona). Los andrógenos son las hormonas principalmente implicadas en la causa del acné. Una mujer en edad fértil que usa anticonceptivos, hace que la hormona que induce la ovulación permanezca a niveles bajos, por ende, no estimula a las células que producen andrógenos, y el efecto neto es la disminución de los niveles de andrógenos, llevando a una menor estimulación de una de las bases causales del acné.
Este efecto benéfico se produce principalmente con anticonceptivos con bajas concentraciones de hormonas (estrógenos), pues en el caso contrario, o sea anticonceptivos con altos niveles de estrógenos, pueden llevar a empeoramiento del acné.
Alimentación y acné
Con respecto a la alimentación existe controversia aun. No se ha confirmado que la dieta tenga un efecto, como disparador del acné. Existen estudios acerca de la influencia de las dietas ricas en harinas, dulces y lácteos en el desarrollo de más lesiones de acné. Como se mencionó anteriormente la insulina, y el factor de crecimiento similar a la insulina estimulan la proliferación de las células que revisten el folículo piloso, y además estimulan a las glándulas productoras de
grasa de la piel a aumentar su producción, cuando se consume azúcar en exceso, se produce exceso también de insulina (que es la hormona encargada de disminuir los niveles de azúcar en sangre), y al aumentar los niveles de insulina, aumenta también la sustancia denominada factor de crecimiento similar de la insulina, ejerciendo el efecto ya mencionado sobre la piel, y por ende influenciando al aumento de lesiones de acné. Esto aún permanece como una hipótesis, y no hay datos concluyentes que apoyen la asociación de la dieta con el acné, faltan más estudios al respecto.
Acné y masturbación
Es realmente un mito, anteriormente se creía que la única causa del acné era el aumento de la testosterona, y que al masturbarse o tener una vida sexual activa, aumentaban los niveles de testosterona en sangre y por ende aparecían más lesiones de acné, pero no existe absolutamente ninguna evidencia científica que sugiera la presencia de una asociación entre el acné y la masturbación y/o vida sexual.
Algunas personas refieren aparición de nuevas lesiones de acné después de consumir alcohol, pero al igual que el resto de creencias populares erróneas no existe evidencia científica que confirme esta asociación. Lo que si es cierto, es que en personas que están en tratamiento para acné severo con medicamento tomados, específicamente hablando de la isotretinoína, se encuentra contraindicado consumir alcohol, y la razón por la que se desaconseja, es porque el metabolismo del medicamento se produce en el hígado al igual que el metabolismo del alcohol, afectando la función del hígado en caso de consumir las dos sustancias concomitantemente, y no por un efecto directo sobre la piel.
Con esta asociación ocurre algo similar que con la asociación con la masturbación, en teoría al aumentar las hormonas del estrés, estas estimulan la síntesis en la glándula suprarrenal de otras sustancias, y entre estas los andrógenos, pero no existe ninguna evidencia científica que soporte que el estrés pudiera actuar como un disparador de un brote de acné.
A no ser que el déficit de aseo sea exagerado, la falta de lavado no se relaciona a la aparición de nuevas lesiones, además lavar muchas veces la piel puede alterar la función de barrera de la piel, al disolver las grasas que deben estar normalmente en la capa más superficial de la misma, evitando la pérdida de agua del cuerpo y protegiéndonos de agentes infecciosos y de la radiación ultravioleta. La recomendación es lavar la cara entre una y máximo dos veces al día, con geles limpiadores libres de jabón.
El acné es una enfermedad de la piel que no siempre se encuentra limitada a esta. Con frecuencia el acné actúa como un síntoma de una enfermedad sistémica y no como una entidad aparte. Se encuentra conformando síndromes, como es el caso del síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad en la que aparece acné generalmente a una edad tardía, sumado a hirsutismo (presencia de vello de un patrón masculino en una mujer), ciclos menstruales irregulares, resistencia a la insulina, riesgo de diabetes mellitus, obesidad y dificultad para lograr embarazos. Hiperplasia suprarrenal congénita, es una enfermedad debida a la disfunción de una sustancia ubicada en la glándula suprarrenal (que se encuentra encima de los riñones), aparece también acné en cualquier edad, podría aparecer precozmente, en la adolescencia o también de forma tardía, asociado también a presencia de vello de patrón masculino en las mujeres, ciclos menstruales irregulares, y alteraciones con sustancias en la sangre que podrían llevar a cambios en la tensión arterial y ritmo cardiaco.
Existen otras asociaciones de acné con enfermedades sistémicas, además que también afecta emocionalmente a la gran mayoría de las personas que lo padecen, llevándolas a tener un desarrollo inadecuado de su personalidad, y en ocasiones hasta al desarrollo de trastornos psiquiátricos, como depresión mayor, trastorno dismórfico corporal (es un trastorno psiquiátrico en el que la persona tiene una preocupación importante y fuera de lo normal por algún defecto percibido de su imagen corporal, ya sea real o imaginado, si el defecto existe, la preocupación y ansiedad experimentada por estas personas es excesiva, ya que lo perciben de un modo exagerado) que podrían predisponer al suicidio y otros eventos catastróficos.
La respuesta rotunda es NO. Y en algunos casos podrían llegar a empeorarlo, por el efecto oclusivo en el poro del folículo piloso, podrían ayudar a mas acumulación de la células que revisten el folículo y por ende también la grasa. Algunas sustancias podrían actuar sensibilizando a la piel, para que con la exposición ultravioleta se produzcan reacciones alérgicas o toxicas. Y en otros casos podrían predisponer a la aparición de manchas por el contacto posterior al sol.
El acné que no se produjo por enfermedades sistémicas (que involucran todo el cuerpo), tiene un curso autolimitado, pero como se ha dicho con anterioridad, el no recibir el tratamiento indicado desde el inicio de la enfermedad predispone a la aparición de cicatrices, las cuales son más difíciles de tratar, y que generalmente perduran toda la vida. En el caso del acné que está asociado a enfermedades sistémicas (de todo el cuerpo), mientras no se trate la causa principal, ya sea el ovario, o la glándula suprarrenal, entre otros órganos, el acné persistirá por tiempo indefinido.